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“En la medida en que podamos prescindir de cosas, disminuimos la presión sobre la naturaleza”

La huella de carbono es el indicador global que cuantifica los gases de efecto invernadero que emitimos. Disminuirla no es una tarea imposible, pero con su reducción podemos contribuir a cuidar el planeta y frenar el calentamiento global.

Para comprender el impacto ambiental que tuvo la pandemia en el mundo sirve remitirse a las cifras de las toneladas de dióxido de carbono que se emitieron en 2020, cuando el planeta se detuvo para protegerse del Covid-19. Según el Banco Mundial, ese año se registraron las mismas 33 y medio kilotoneladas de CO2 emitidas durante 2012. Fue como retroceder en el tiempo 8 años. Sin embargo, tan pronto como aparecieron las vacunas, la demanda de combustibles fósiles retomó su acelerada marcha y tanto las empresas, como las personas, volvieron a poner su parte en la huella de carbono global.

Esta última se refiere al indicador que cuantifica las emisiones de CO2 que produce una persona, organización o país. En la COP21 de cambio climático de 2015, Colombia se comprometió con el Acuerdo de París a reducir el 51 % de sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) al 2030 y alcanzar la carbononeutralidad al 2050. Sin embargo, las emisiones del país siguen subiendo y la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) nos situó en su último informe en el puesto 137 de 184 países emisores analizados. Para entender las medidas que serían necesarias para lograr este ambicioso objetivo entrevistamos al ingeniero Liven Fernando Martínez, profesor de la Universidad Nacional de Colombia y experto en evaluación de impactos ambientales, quien además nos explicó la importancia de que cada persona evalúe su impacto y emprenda acciones para reducir sus emisiones.

¿Cómo se calcula la huella de carbono?

En general lo que se hace es sumar tres alcances: las emisiones directas, que tienen que ver con los gases de efecto invernadero que son generados por el uso de combustibles fósiles como la gasolina, diésel y carbón. Para calcularlo, se hace una conversión de la cantidad de combustible consumido y se multiplica por el factor de emisión, en Colombia algunos de estos factores son definidos por la Unidad de Planeación Minero Energética (UMPE)[1]. El segundo alcance tiene que ver con las emisiones indirectas por el consumo de energía de los electrodomésticos, se calcula por cada kilovatio o unidad de energía, cuántas toneladas de CO2 equivalente se generaron. Y el último son las emisiones indirectas que no están asociadas al consumo de energía. Entre estas se incluyen las generadas por la descomposición de los residuos, las generadas por los vehículos particulares de los miembros de la organización, de los viajes realizados en avión, las emisiones de gases refrigerantes etc. ,

No somos un país con una emisión alta de CO2 per cápita, ¿por qué debería preocuparnos como individuos nuestra huella de carbono?

Puede que como país no tengamos esa relevancia, en comparación con otros países industrializados, pero eso no elude la responsabilidad que tenemos como seres humanos. Al cuantificar mi huella de carbono, puedo tener una idea de qué acciones emprender para minimizarla.

¿Por dónde empezamos a reducir esas emisiones?

Para reducir emisiones directas hay muchas alternativas enfocadas en depender menos de combustibles fósiles: reemplazar vehículos tradicionales por híbridos o eléctricos; utilizar un combustible menos contaminante como el bioetanol o biodiésel; moverse en bicicleta o en transporte público masivo. También podemos pensar en generar energía a partir de fuentes renovables con paneles solares, parques eólicos y turbinas en los ríos o en el mar.

Para las emisiones indirectas, podemos comprar equipos que ahorren energía o diseñar edificios que aprovechen la luz natural, que tengan iluminación LED y ventilación natural. Finalmente, para reducir las emisiones fugitivas podemos evitar desplazamientos e incentivar el teletrabajo, comprar productos locales, minimizar el desperdicio de alimentos o aprovechar los residuos orgánicos con técnicas como el compostaje.

¿Quiénes miden la huella de carbono? ¿Estamos obligados como país a reportarla?

Hay diferentes escalas, si pensamos al nivel de una empresa hay una norma ISO de requisitos de gestión ambiental y hay varias certificadoras en el país. Pero resulta que nosotros también tenemos unos compromisos internacionales que ha adquirido el país, como el Acuerdo de París. El impuesto al carbono y otros instrumentos nos permiten obtener esta información a nivel nacional. Para el caso de una persona u hogar también podemos cuantificarlo con el recibo de la luz para el consumo de electricidad, con el gasto en combustible y hábitos de reciclaje. La Universidad Nacional tiene una calculadora de huella de carbono individual disponible en la web.

¿Cree que Colombia podrá reducir al 51% sus emisiones en los próximos 5 años y alcanzar la carbononeutralidad para 2050?

Hay que aclarar que esa información se construye sobre un escenario tendencial, no sobre un valor absoluto. Se han empezado a implementar distintas estrategias tanto a nivel de políticas como normativas, a mediano y largo plazo. Desde el punto de vista del desincentivo al consumo de combustibles, el impuesto al carbono reduce ese consumo porque premia a quien es más eficiente, aunque hoy en día solo se cobra a los que comercializan combustibles en estaciones de servicio. También hay incentivos para la transición energética, y si diversificamos esa matriz, satisfacemos la demanda de energía con otras fuentes con huella de carbono menor. Pero la educación ambiental es una estrategia importantísima, las personas no generan emisiones de aposta, sino que es un tema de desconocimiento.

¿Por qué conservar los bosques y fomentar proyectos de reforestación es urgente para alcanzar este objetivo?

Si ya logramos ser lo más eficientes y ambientalmente sostenibles, podemos pensar en mitigar el daño con estrategias como la reforestación. Desde el punto de la biología de la planta, cuando el árbol empieza a crecer es cuando captura más carbono de la atmósfera para integrarlo dentro de su estructura y formar la lignina, la madera, etc. En esa fase es cuando tiene el mayor potencial de fijar ese CO2 y disminuir los gases que están en la atmósfera, por eso sembrar árboles es una opción muy buena. Acciones como la reforestación y la restauración de suelos y océanos también son necesarias para mitigar los daños ambientales.

¿Qué son los mercados de bono de carbono y qué falta para que sea una solución integral contra el calentamiento global?

Si yo tengo un bosque y cuantifico el carbono que captura, puedo vender a través de un tercero ese certificado a un emisor de carbono que puede estar en otro país. En eso consisten los bonos de carbono. Sin embargo, ahí no estamos cambiando verdaderamente la situación, porque esa empresa también debe comprometerse a reducir sus emisiones.

Cuando se habla de comercialización de bonos de carbono es importante garantizar la adicionalidad. Necesitamos que se incremente ese potencial de captura, tanto a nivel de la vegetación, como al nivel del suelo, que es uno de los principales reservorios de carbono. Si tengo un suelo saludable y fértil, puede servir de sustrato y proveer nutrientes, pero si seguimos quemando la vegetación para facilitar las labores de cultivo o para la ganadería, estamos deteriorando ese recurso. El océano también es uno de los principales reservorios de carbono, estamos afectando a nuestros ríos y mares con aguas residuales sin tratamiento y acabando con los microorganismos responsables de hacer ese proceso de fijación del carbono. Entonces si nos centramos en una sola cosa, estamos desconociendo que la biosfera es una sola y que todo está interconectado.

¿Cómo asegurar la sostenibilidad de mecanismos como los bonos de carbono en beneficio de las comunidades?

Es muy importante conservar el Sistema Nacional de Áreas Protegidas o los parques nacionales, pues son áreas que cumplen funciones ecosistémicas como la fijación del carbono, la regulación hídrica, la regulación de la temperatura. Pero también es importante satisfacer las necesidades de la gente de alimento e ingresos. No solamente podemos prohibir el uso de cierto producto o suelo, hay que brindar alternativas que les permitan hacer uso de esos recursos de una manera sostenible: el ecoturismo, la mezcla de especies forestales con especies de cultivo rápido, o el aprovechamiento de especies como la apicultura o las frutas para generar productos locales son soluciones integrales.

¿Cuál es el valor ecosistémico de la Amazonia para mitigar las emisiones globales?

Es fundamental, parte de nuestra supervivencia como especie depende de su conservación, pero está continuamente amenazada por la deforestación y otras actividades ilegales como la minería. Este ecosistema ayuda a capturar ese carbono y depurar el aire, regula la temperatura a nivel mundial, es reservorio de una inmensa biodiversidad. El ser humano es solo una especie más: podemos estar en la ciudad y creer que lo tenemos todo, pero sin esa base natural, no tendremos ni agua, ni aire. Dependemos de forma muy estrecha del buen estado de conservación y funcionamiento de este ecosistema y de la naturaleza en general.

6 cosas con las que puedes reducir tu huella de carbono en casa

  1. Carga tu propia botella y bolsa de tela, así evitas los plásticos de un solo uso.
  2. Reduce el uso del vehículo particular: camina, usa la bici o el transporte público masivo.
  3. Separa tus residuos en bolsas verdes para orgánicos (restos de comida), bolsas blancas para reciclables (plásticos, vidrio, metales o papel) y bolsas negras para no reciclables (servilletas y papel higiénico).
  4. Ten pocos electrodomésticos y desconéctalos cuando no los usas.
  5. Asegúrate que tus bombillos sean LED, estos usan menos energía.
  6. Compra productos locales y evita los transportados desde lugares lejanos.

¿Para qué sirve medir mi huella?

  • Conocer mi aporte o el de mi empresa al calentamiento global.
  • Identificar si mi uso de la energía es eficiente.
  • Discriminar el aporte general y específico de mis acciones.
  • Neutralizar el carbono con iniciativas como la reforestación.
  • Cambiar tecnologías para disminuir el impacto.

Liven Fernando Martínez

Es ingeniero agrónomo y magíster en Medioambiente y Desarrollo de la Universidad Nacional. Tiene un doctorado en Turismo, Economía y Gestión de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria, España. Actualmente hace parte del Instituto de Estudios Ambientales de la Universidad Nacional, sede Bogotá, en donde es profesor de los programas de Maestría en Medio Ambiente y Desarrollo; de la Especialización en Turismo, Ambiente y Territorio, y de los diplomados en Valoración económica ambiental y en Impacto ambiental. Desde hace 12 años ha enfocado su investigación en evaluación de impactos ambientales y la aplicación de herramientas de sostenibilidad para las empresas.

[1]: Fuente: www1.upme.gov.co