IRI-SAN VICENTE DEL CAGUÁN (Urbano)

Lanzamiento IRI local

Llegar a las poblaciones con mayor tasa de deforestación en el país, con el apoyo de los líderes religiosos de estas regiones, para llevar un mensaje de sensibilización sobre la protección de los bosques, así como de los habitantes que habitan estos ecosistemas a través de la incidencia sobre las políticas públicas que promuevan el cuidado del medioambiente, es uno de los ejes de IRI-Colombia.

Procesos de formación e incidencia política

Con el objetivo de fortalecer las capacidades de los IRI locales, se han adelantado procesos de profundización en la formación de los líderes religiosos a partir del respeto de las espiritualidades de sus habitantes, sobre la protección de los bosques tropicales y el conocimiento de las políticas públicas que deben protegerlos.

Pastor Isidro Martínez Durán

Pastor Isidro Martínez Durán, coordinador de IRI-San Vicente del Caguán

En 2015 fue nombrado como presbítero del Concilio de las Asambleas de Dios de Colombia en el Caquetá, cargo que desempeña hasta el día de hoy. En 2019, recibió el título como Licenciado en Teología Ministerial del Seminario para América latina “ISUM”.

Este municipio ocupa el segundo lugar en el país por sus acumulados de deforestación, pues en el año 2019, se deforestaron 11.452 hectáreas de los 1.787.300 has que abarca su territorio. Un descenso en comparación con 2018, cuando fueron 19.652 hectáreas perdidas.

Nació como poblado en 1896, era sitio de tránsito de los caucheros, se promovió en los inicios del siglo XX, como productor ganadero y se fundó como municipio en 1950.

Cuenta con una Diócesis de la Iglesia Católica, un obispo asignado, además de la presencia de diversas iglesias.

Una muestra de la afectación por el conflicto armado fue cuando 33.000 de sus habitantes salieron del territorio a causa del desplazamiento forzado, según cifras de la Unidad Nacional de Víctimas.

Tiene una gran red hídrica que nace en los montes andinos, baja por el piedemonte y riegan los bosques planos amazónicos. Es la segunda ciudad del departamento y de toda la región de la amazonia colombiana.

Su actividad económica, orientada principalmente a la ganadería (más de 600.000 cabezas en 2016) e industria lechera, con cultivos de plátano, maíz, arroz, yuca, café, producción acuícola de cachama y pirarucú y frutas exóticas como el arazá, cocona, copoazú y maraco. Tiene comunicación aérea no continua y terrestre.