Este municipio, vecino de la Reserva Nacional Natural Nukak, se encuentra en la ribera del río Unilla, afluente del río Vaupés.

La población de Calamar presenció alrededor de hace unos 30 años un hecho único en la historia reciente del país: el encuentro entre el pueblo indígena nukak, que se encontraba en aislamiento voluntario, y la comunidad campesina de la zona. Los nukak, que era un pueblo de nómadas, tienen un conocimiento ancestral invaluable de uno de los santuarios naturales más importantes del mundo: Chiribiquete, pues esta comunidad transitaba y habitó por allí durante décadas.

La riqueza natural y cultural de Chiribiquete, que resguarda pictogramas de miles de años de antigüedad y una biodiversidad única que aún no ha sido del todo descubierta, necesita ser preservada para garantizar su integridad.

Calamar se ha ubicado durante los últimos años entre los cinco municipios más deforestados del país, con 39.211 hectáreas de bosque arrasadas entre 2017 y 2021. Actualmente concentra el 25% de la deforestación del Guaviare como resultado, principalmente, de la ganadería extensiva y la expansión de la frontera agrícola.